viernes, 6 de febrero de 2009

Don't Look Back

Don’t Look Back (D.A. Pennebacker, 1967) es un documental que narra la gira británica de Bob Dylan en 1965. Aunque, Dylan se presenta sobre el escenario acompañado únicamente por su guitarra acústica y su armónica-ortodoncia, a lo largo de toda la película está presente su “traición a la religión folk”: acaba de publicar Bring It All Back Home, que incluye una cara acústica y otra eléctrica acompañado por un grupo de rock (de hecho, el documental se abre con el célebre videoclip –sí, ya en 1965!- de “Subterranean Homesick Blues”, primer corte del LP).

Pero más que los fragmentos de los conciertos, más incluso que la oportunidad de seguir el día a día de una gira de un músico pop (de popular), los desplazamientos, las negociaciones de su agente Albert Grossman, las horas muertas y las juergas en los hoteles, las ruedas de prensa y la intimidad del camerino, el gran valor de Don’t Look Back es que retrata el espíritu de una época, por muy manido que suene: una generación de jóvenes con talento (además de Dylan, aparecen Joan Baez y Donovan, entre otros), que ya ha triunfado, que todavía tiene toda la vida por delante y que es la avanzadilla de la explosión de finales de los sesenta y principios de los setenta. Pero también unos jóvenes todavía ingenuos, que descubren la fama, que se sorprenden con lo que les rodea, que crean, descubren y se divierten. Dylan aparece como un esbozo del gran personaje irónico y manipulador que conocemos, pero aún se muestra accesible con sus seguidores, paciente (aunque también cínico y duro) con una prensa musical decimonónica que no tiene ni puñetera idea de lo que escribe: el artista todavía no había levantado su particular muro.









La realización de Pennebacker es ejemplar: casi siempre cámara en mano, muy ágil, consigue transmitir perfectamente la sensación de “estar ahí” sin recurrir a ninguna entrevista clásica. Además, el blanco y negro muy contrastado ofrece una textura preciosa a la película.

Quien se interese por Bob Dylan tal vez aprenda más de No Direction Home, el documental de Martin Scorsese, magnífico pero de hechura clásica. En cambio, me atrevería a decir que Don’t Look Back es cine con mayúsculas.

2 comentarios:

Paco Macías dijo...

Hola Diego,
recuerdo haber visto este documental en tve, ya hace un tiempo y me gustó, creo que es una buena recomendación para los jóvenes que quieren dedicarse a la música, y para que comprendan todo lo que giraba alrededor de Dylan e esos tiempos.
A mi particularmente me gusta el Dylan acústico aunque tiene algunos temas con The Bando bastante buenos, pero yo para estas cosas soy un clásico y si me pones The Hurricane, The times they're changin...soy muy feliz.
Enhorabuena por el blog.

Diego Sánchez-Cascado dijo...

Gracias Coleman.
Yo soy de los que prefieren la "trilogía de mercurio" (lo leí hace poco en algún lado), con "Subterranean...", "Highway 61" y "Blonde on Blonde", pero también disfruto del Dylan acústico.