martes, 3 de febrero de 2009

UNA LÍNEA BLANCA

En 1989, el trompetista austriaco Franz Koglmann grabó A White Line (hatArt, desde entonces sin reeditar). En él, rinde homenaje a la “tradición blanca del jazz”, desde la Original Dixieland Jazz Band hasta Paul Bley (que participa en el disco), pero también a Lennie Tristano, Chet Baker, Gerry Mulligan, Stan Kenton, Shorty Rogers, Jimmy Giuffre, Gil Evans y el (gran) olvidado Dick Twardzik.

Koglmann apunta en el texto que acompaña al cd la existencia de un jazz más “cerebral” (aunque este término tiene mucha tela, y merecería volver a tratarlo más adelante), en el que el swing no es un criterio fundamental. Es decir, una tradición blanca frente a una negra: “Prefiero”, dice, “la lucidez racional/geométrica a la inmediatez emocional”.

La tesis (gran palabra, pero de “tesis” se trata, al fin y al cabo) es voluntariamente provocadora y no sorprende que proceda (ella y el disco) de un europeo. Ni hoy ni en 1989 un americano blanco se atrevería a plantearla por políticamente incorrecta.

Aunque no aguanta un análisis en profundidad –ahí están los experimentos de jazzmen negros como Mingus u Ornette Coleman, por no hablar a partir de los 70 de Anthony Davis, Braxton, George Lewis, los miembros del Art Ensemble o Muhal Richard Abrams (casi todos ellos miembros de la AACM) o hace siglo y medio Scott Joplin!-, la “teoría de la línea blanca” tiene el mérito de plantear preguntas interesantes (las respuestas ya resultan más azarosas).

Pero lo más importante es que A White Line es un muy buen disco, con unos arreglos fantásticos y sumamente originales de un repertorio pocas veces abordado.



6 comentarios:

Fernando Ortiz de Urbina dijo...

Enhorabuena por el estreno, Diego! Sobre el tema que plantea Koglmann George Lewis tiene unas cuantas observaciones suyas y de otros en su libro sobre la AACM que son por lo menos sorprendentes (y con bastante más enjundia que la línea planteada por Crouch, Marsalis et al.) Ya comentaremos.

Diego Sánchez-Cascado dijo...

Gracias, colega.
Desde luego que hay mucho que comentar y en el libro de Lock, Braxton también lo trata ampliamente. De todos modos, "en descargo" de Koglmann, él sólo se refiere a sus preferencias personales y busca reivindicar una serie de músicos. No pretende hacer ningún tipo de "revisionismo histórico".

juan antonio dijo...

Hola Diego.
Ya tengo otro blog en mi grupo de favoritos. Y aunque sé que es mucho pedir que procures añadir entradas con frecuencia, ya sabes, ahí radica gran parte del éxito.
Enhorabuena.
Juan Antonio.

Diego Sánchez-Cascado dijo...

Hola Juan Antonio. Gracias por el comentario. Lo tendré en cuenta y espero subir una nueva entrada este fin de semana a más tardar.

un abrazo,

Diego

La trompa de Eustaquio dijo...

Enhorabuena, Diego!
Nunca pensé que me lo pasaría tan bien dentro de una ambulancia.
Abrazo,

Diego Sánchez-Cascado dijo...

Gracias Sergio, a ver si nos vemos un día de estos en un concierto. Un abrazo,

D.