jueves, 12 de febrero de 2009

NOMENKLATURA I - West Coast / Cool


El cool jazz es un estilo que surge a finales de los años cuarenta y tiene su apogeo en la primera mitad de los cincuenta: incorpora las innovaciones revolucionarias del be-bop pero también reivindica el jazz swing (sobre todo a través de la influencia de Lester Young) y la música clásica contemporánea. Busca ofrecer una música menos frenética, suavizada (menos vibrato, líneas largas) y con un mayor énfasis en los arreglos. Se ha acusado a este estilo de frialdad (la palabra “cool” en uno de sus significados significa “frío”), de ser “cerebral” y una “música de blancos”. Nótese el componente racial/racista que implica reunir los términos “cerebral” y “blanco” en la misma descripción: entre líneas se puede interpretar: el blanco utiliza su “cerebro” para realizar una música sofisticada y compleja; la música del negro es espontánea y le “sale de dentro sin pensar” (recordemos que “lleva el ritmo en la sangre”).

Lennie Tristano y sus alumnos (Warne Marsh, Lee Konitz, Billy Bauer…) son los principales referentes del cool. En efecto, todos ellos son blancos, aunque la paradoja es que esta corriente debe su nombre a un disco de un músico negro, Miles Davis: Birth of the Cool, (Capitol, 1949-50).

Por su parte, el West Coast no es una corriente, sino que define una música realizada en un entorno geográfico (la Costa Oeste de los Estados Unidos de América del Norte). En los años cincuenta se desarrolla en Los Ángeles y alrededores una escena, documentada principalmente a través de los sellos Pacific Jazz y Contemporary, que llega a rivalizar con la de Nueva York. Muchos de sus músicos más conocidos son blancos (Gerry Mulligan, Chet Baker, Art Pepper, Shelly Manne, Bud Shank…) e interpretan un jazz que podría calificarse de “cool”, pero también cuenta con toda una serie de jazzmen negros que desarrollan diferentes estilos musicales (entre ellos el cool y el hard bop), como Wardell Gray, Hampton Hawes, Chico Hamilton, Harold Land, Curtis Counce y más tarde Ornette Coleman o Eric Dolphy.

En los años sesenta, la crisis que afecta al jazz tiene una gran incidencia en la Costa Oeste. Bastante músicos pasan a ganarse la vida (algunos muy bien) en los estudios de Hollywood mientras que otros se ven obligados a emigrar, abandonan la música o pasan a un segundo (o tercer) plano.

West Coast: Modern Jazz in California 1945-1960 (University of California Press) es un maravilloso libro de Ted Gioia en el que realiza un extenso repaso al jazz de la Costa Oeste en esos años, además de explicar perfectamente esta diferencia entre cool y West Coast. A ver si alguna editorial se anima a publicarlo en español.



1 comentario:

Fernando Ortiz de Urbina dijo...

Hola Diego,

Lo de las etiquetas en el jazz es un campo de minas, y probablemente la de "cool" sea la peor. Hasta donde yo sé, cuando empezó a hablarse de "cool jazz" era en contraposición al "hot jazz" y en referencia a lo que hoy entendemos por "bebop" o "bop" (o como dice Dan Morgenstern, "Charlie Parker music"). En cuanto al disco de Miles Davis, en realidad el título Birth of the Cool no se usó hasta la publicación de esas grabaciones en LP en 1957. También sería interesante un estudio sobre cómo "cool" pasó de ser un término negativo en el mundillo del jazz a ser positivo en todo el mundo de habla inglesa.

Este es uno de esos puntos en los que hay que cambiar la forma de explicar la historia del jazz. La identificación West Coast=Cool=jazz blanco no sólo es errónea por los motivos que señalas. También habría que ver cuántos de los músicos emblemáticos de la West Coast en realidad eran emigrados (Giuffre era de Texas, Baker y Barney Kessel de Oklahoma... Shorty Rogers, Terry Gibbs, Shelly Manne y Gerry Mulligan de NY y alrededores). En cuanto a las cuestiones puramente musicales Martin Williams dijo en su día que en realidad armónicamente lo que hacía Mulligan tenía más que ver con los años veinte que con el bop, un punto de vista menos descabellado de lo que parece.

Además de lo que dices de los músicos negros del Oeste y la diversidad de sus estilos, también habría que anotar, por redondear la incoherencia de estos esquemas tan raros con los que se suele explicar el jazz, lo que se dio en llamar "mood jazz" en los cincuenta, una especie de "cool" en el mal sentido, grabado en Nueva York (principalmente en el sello Decca) por músicos muy competentes y resultados soberanamente aburridos.

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